8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
Romanos 1:8-21
9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
El poder del evangelio
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
La culpabilidad del hombre
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Romanos capítulo 1 es uno de los capítulos más profundos en toda la Biblia. Es probablemente el capítulo que más ha cambiado mi forma de entender la fe. Libros completos comentando este capítulo se han escrito, pero como no tenemos tiempo para escribir un libro, nos vamos a enfocar en tratar de entender los versículos del 8-21. Yo creo que el capitulo 1 de Romanos es clave para entender la relación entre la ley y el evangelio y el uso de los mismos.
Pablo empieza dando gracias por la fe de los romanos y nos dice que su fe se conoce en todo el mundo. Hay que recalcar que el “todo el mundo” al que Pablo se refiere no es literalmente el mundo, sino al mundo conocido en su tiempo lo cual era todo el imperio romano. Pablo no estaría hablando de América latina por ejemplo porque América no había sido descubierta en los tiempos de Pablo. Es digno de mencionar porque mucha gente usa esto para llegar a conclusiones equivocadas sobre cuán lejos había avanzado el evangelio en los tiempos de Pablo.
Después menciona lo mucho que ora para que Dios le permita ir a ver a los cristianos en roma. Y que muchas veces ha querido ir a verlos pero no ha podido. Lo más interesante de esta introducción de Pablo es la razón que él da para su viaje.
Para quien es el evangelio
Pablo menciona en el versículo 11 que quiere darles algún don espiritual. Y en el versículo 15 nos explica que el don espiritual del que Pablo habla es el evangelio mismo. Pablo quiere evangelizar a los romanos.
Esto es interesante porque para mí no cabe duda de que Pablo asume en la carta de los Romanos que la iglesia en Roma es una iglesia. Lo que quiero decir con eso es que los cristianos romanos no son falsos cristianos a los ojos de Pablo. Él está hablando con cristianos que han sido salvos. De otra manera Pablo no elogiara tanto la fe de ellos. Sin embargo Pablo dice que la razón de su viaje es evangelizarlos.
Yo crecí en una iglesia Pentecostal y como buenos pentecostales enfocaban mucho la santidad. Esto no es exclusivo de los pentecostales. A veces en los esfuerzos de los líderes por ver frutos en la iglesia, especialmente en los jóvenes, las predicaciones se enfocan en decirle a las personas lo mal cristianos que son. Tenemos esta idea de que a los de adentro (a los de la familia de la fe) le predicamos la ley para que produzca santificación, pero a los de afuera les decimos Cristo te ama y los evangelizamos. Sin embargo, Pablo dice que quiere evangelizar a los de la fe.
El hecho de que Pablo explica que el evangelio es el poder de Dios para salvación en el versículo 16 puede ser confuso porque pensamos, ¿porque Pablo quiere salvar a los que ya son salvos?
Sin fe no se puede entender el evangelio
Pero el versículo 17 nos da una llave para poder entender porque la intención de Pablo de evangelizar a los de la fe. La justicia de Dios se revela en el evangelio por fe y para fe. Pero ¿ qué significa esto? Lo que Pablo quiere decir es que es necesario tener fe para entender la justicia de Dios y por ende, la predicación del evangelio produce más fe en los creyentes. Y Pablo lo confirma diciendo que el Justo por la fe vivirá al final del verso. Y quien es justo sino los que ya han sido justificados por la fe en Jesucristo.
Por esta razón Pablo quiere evangelizar a los de la fe. El evangelio solo se entiende por fe y una vez recibido produce frutos de fe. Partiendo de aquí podemos entender la argumentación que Pablo va a desarrollar en los versículos del 18-21.
Para quien es la ley
La actitud de Pablo hacia los que no son de la fe es menos dócil y más confrontante. Pablo empieza su argumentación diciendo que el evangelio sólo puede ser entendido por fe, pero que la ira de Dios es evidente para los que no creen. Después de esto Procede a confrontarlos con la ley.
No existe tal cosa como un ateo
Cuando Pablo habla de los que no creen él no los trata como alguien inocente que es ignorante de Dios. Al contrario, se refiere a ellos como los que reprimen la verdad con su injusticia.
Yo creo que en la iglesia tenemos un problema y es que miramos a los que no creen como si fueran inocentes. En nuestra cabeza decimos; Él es bueno, sin tan solo supiera esto o aquello creería. Pero sin embargo, lo que Pablo dice en el versículo 19 y 20 es que no hay nadie ignorante de Dios porque Dios se les ha manifestado a través de la creación. Por lo tanto, la conclusión de Pablo es que nadie tiene excusa.
Nadie necesita que tú le pruebes que Dios existe
El problema del incrédulo no es la falta de evidencia sino la injusticia que hay en sus corazones. Dios mismo se ha revelado a ellos. Dios les ha dado suficiente evidencia. Y la evidencia es que sin Dios este mundo no tiene sentido.
Si Dios no existe y todos somos simplemente máquinas de carne como nos dice la evolución, y no existe tal cosa como la responsabilidad. De la forma en que actuamos no es culpa de nosotros. Es simplemente el programa con el que venimos de fábrica y no hay nada que podamos hacer al respecto.
Decir que alguien es bueno o malo si Dios no existe es absurdo. Si no existe un Dios el cual es el estándar moral de todos, bueno y malo no significan nada. La justicia, los derechos humanos, la razón, nada de estas cosas tienen sentido si no existe Dios. Por lo tanto la conclusión de Pablo en el versículo 21 es correcta.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Nadie es neutral
Hay muchos ateos que se jactan de vivir una vida moral mejor que muchos cristianos, lo cual probablemente sea verdad. Pero no se dan cuenta que lo que ellos llaman moral no es más la opinión de la mayoría en su cosmovisión. Sin Dios, la moral es cuestión de opinión. La realidad es que si no existe Dios, todos los gobiernos son tiránicos. El gobierno no es más que la imposición de la moral de un grupo de personal sobre otro por medio de las fuerza. Así que todos esos hablando de justicia simplemente están luchando por imponer su propia moral arbitraria sobre los demás.
Pero tú y yo sabemos que si existe la justicia. Sabemos que si somos responsables por lo que hacemos y aquellos que han matado merecen ser condenados por sus crímenes. Tu y yo sabemos que si existe un estándar moral y ese estándar es el Dios que tu sabes que existe. Pero lo que nos impide reconocerlo no es la falta de evidencia, sino nuestra rebeldía contra Dios y el querer tener nosotros la última palabra.
Lo estamos haciendo al revés
Entonces, respondiendo la pregunta que nos trajo aquí. ¿Qué está mal con el evangelio de hoy? la respuesta es clara. Lo estamos haciendo al revés.
El evangelio de la gracias de Dios no es solo para los de afuera. La predicación de la gracia de Dios también produce frutos en los creyentes. Y el evangelio de Jesucristo es que Dios es este.
Dios no pagó por mis pecados hasta el día que me arrepentí y los demás los tengo que pagar yo. El no paga parte de mis pecados, si no que pago todos mis pecados. Por lo tanto mi paz con Dios no depende de cuan buen cristiano yo soy si no de cuan buen Dios el es. Porque cuando Dios me mira ya no ve mi pecado, si no que ve la obediencia de Cristo en mi.
La Ley no es solo para los de adentro. En la iglesia hemos reducido el evangelio a decir Jesús te ama. Y la gente oye esto y dice; “que bueno, yo también me amo. Yo debo ser muy buena gente para que Dios me ame.”
No hay nadie bueno. Todos estamos enfermos de rebeldía y la prueba es que queremos los beneficios de que Dios exista pero no queremos a Dios. Queremos justicia, libertad, responsabilidad y todas esas cosas pero no queremos a aquel de quien todas estas cosas dependen. Queremos vivir en el reino e ignorar al rey.
Si cuando le predicamos a la gente del amor de Cristo, no le predicamos de la ira de Dios primero no estamos haciéndolo a la manera de Dios. La ley es el espejo que nos muestra quienes somos realmente, para cuando seamos destruidos por nuestro reflejo, podamos correr a Cristo para ser reconstruidos. Sin arrepentimiento no hay fe que salve y sin fe no hay ley que santifique.